La detección racional del mineral es una forma cada vez más prominente de maximizar el uso de la mina. Es por esta razón que los equipos de detección se están volviendo cada vez más importantes.
La industria minera generalmente utiliza un enfoque de "talla única" y se esfuerza por procesar todo el mineral del depósito a través de un proceso de extracción. Este proceso está diseñado para minerales ordinarios o típicos, lo que generalmente significa que el mineral se mezcla durante el proceso. Este tipo de procesamiento debe mejorarse. Maximizar el valor de la detección de mineral requiere un cambio en los métodos de minería. El objetivo debe ser aprovechar las variaciones naturales en el depósito en lugar de mezclarlas.
El cribado de mineral a granel en la cara minera (dentro o en el pozo) permite que el mineral y los desechos inmediatos se dirigan al destino apropiado (apilamiento o eliminación de desechos). La viabilidad de este enfoque dependerá de la disponibilidad de espacio adecuado para los equipos de detección y los métodos de minería empleados y el impacto potencial en la productividad minera.
El grado de material se incrementa mediante la detección para eliminar los desechos adicionales que se extraen debido a la minería menos selectiva. Además, las tasas de recuperación de flotación y lixiviación generalmente aumentan debido a los altos calificaciones de mineral.
La prevención previa es más que un término de la industria. Eliminar materiales inútiles lo antes posible puede traer una comodidad significativa, especialmente en las operaciones mineras de bajo grado actual. A medida que se reduce el consumo de energía por tonelada de producto, las emisiones de gases de efecto invernadero y las pérdidas de agua también reducen la producción de relaves, y el aumento en la utilización de mineral aumenta los ingresos de la mina.